LAS HERIDAS

La herida sigue viva, en mi alma aún persiste, dolorosa y profunda, como un fuego que me embiste.
No hay consuelo ni alivio, solo el peso de la pena, que me arrastras a lo más hondo, sin tregua ni condena.
Fue un amor imposible, una pasión que consumía, un fuego ardiente que abrazaba, y en llamas me encendía.
Pero el destino cruel, nos separó sin piedad, dejando esta herida abierta, que no cesa de sangrar.
Recuerdo aquellos momentos, que ahora son solo recuerdos, de lo que pudo haber sido, si no hubieran existido los miedos.
Pero el tiempo implacable, nos llevó por caminos distintos, y la herida sigue viva, como un eco en mis instintos.
Intento olvidar, intento sanar, pero la herida persiste, como una sombra oscura que en mi alma insiste.
A veces pienso que sanará, que el dolor se desvanecerá, pero la herida sigue viva, y mi corazón aún sangra.
Quizás algún día cicatrice, quizás algún día sane, pero por ahora solo queda aceptar este dolor que me constante.
La herida sigue viva, pero no soy yo quien se rinde, seguiré luchando, seguiré adelante, hasta que la herida cese su hiriente despedida.
Autor: Santos Rojo Montero
Reservado el derecho de autor.
Publicada: 05/11/2024
Cáceres (España)

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